Aunque lo tenía desde hace unos meses, no ha sido hasta esta semana cuando me he puesto con Parálisis Permanente. Adictos a la lujuria, escrito por Marcos Gendre para Quarentena Ediciones.
A través de una veintena de testimonios de primera mano y de la recopilación de entrevistas y recortes de prensa de la época, la obra -que por supuesto os recomiendo- hace un recorrido desde el despertar musical de Eduardo Benavente, su paso por diversas bandas hasta aterrizar en los Pegamoides, las relaciones con sus compañeros y con las casas de discos, la creación paralela de Parálisis Permanente, las grabaciones, viajes, muerte, hasta la disolución de la banda.
Aprovechando que el Júcar pasa por Cuenca, que el El Acto, único LP de la banda, ya pasó por el blog hace tiempo y que Parálisis Permanente es unos de los grupos que me han marcado, hoy os traigo Los Singles.
Producido por 3 Cipreses, editado y distribuido por DRO, salió al mercado apenas un año y medio después del trágico accidente de Eduardo en Alfaro, recogiendo todos los temas comercializados en siete pulgadas, más dos de los más emblemáticos de El Acto.
Eduardo, como otros músicos de primeros de los ochenta, seguía la moda –o la necesidad- importada del punk y del afterpunk londinense, de sacar single inmediatamente si se tenía una buena canción y no esperar a tener varias para poder publicar un LP. Es fácil de imaginar que parte de la culpa la tenían que no se disponían de suficientes temas o temas de calidad y, más importante aún, de la pasta suficiente para ello.
El debut se produjo en enero de 1982 mediante un split firmado a medias con Gabinete Caligari y editado por Tic, Tac, en el que Parálisis Permanente aportó dos de sus temas más emblemáticos: “Autosuficiencia”, que ha pasado a formar parte de la historia musical de nuestro país, y “Tengo un pasajero”. El éxito fue tal, que las mil copias se vendieron rápidamente y para hacer frente a la demanda, fue reeditado, esta vez por Tres Cipreses –discográfica que no ya no abandonaría el grupo-, con una portada diferente. Ambos son hoy objeto de coleccionista e imposible de encontrar a precios razonables.
Unos meses después se publica un EP con cuatro cortes: “Unidos”, “Yo no”, “Quiero ser Santa”, otro de sus temas importantes, y “Un día en Texas”.
Estos temas cierran la etapa más guitarrera, acelerada y punk, coincidiendo con los días de más cambios de formación. Cuando ésta se afianzó el sonido del grupo derivó a más siniestro y atmosférico caracterizado por unos temas más elaborados, el trabajo a los teclados de Ana Curra y la voz más trabajada de Eduardo.
La promoción de su único larga duración se realizó con el tema que le dio título, “El Acto”, y con “Adictos a la lujuria” que contiene una de las mejores letras compuestas por Eduardo. Ambos, junto con el “Quiero ser santa” de su primer trabajo, fueron rescatados para este recopilatorio pero no de las grabaciones originales sino de la grabación realizada en marzo de 1983 en Rock-Ola para el programa Caja de Ritmos que dirigía y presentaba Carlos Tena en tve1.
Por cierto, el resto de temas fueron grabados entre 1982 y 1983 en los madrileños estudios Doublewtronics.
El single con los nuevos cortes “Sangre” y “Nacidos para dominar”, supuso la última grabación realizada por Eduardo y la banda. Fue editado en 1983 ante la insistencia del resto de sus compañeros como homenaje póstumo al inolvidable músico madrileño, un gran gesto.
Hasta la próxima.
Autosuficiencia
Adictos a la lujuria
El acto
Quiero ser santa
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