Decíamos ayer…
Este verano al pasar por Córdoba de vuelta de vacaciones, no pudimos resistir la tentación de hacer de nuevo una visita, aunque fuera relámpago, a su fabulosa y universal Mezquita.
Y cómo no, nada más pisarla me acordé de ese himno inolvidable “Paseando por la Mezquita” de Medina Azahara, tema puesto de nuevo en valor -más aún si cabe- a raíz de la polémica surgida en la ciudad por su nombre y por la titularidad pública o no del monumento omeya.
El caso es que ya en casa me di cuenta de que no había dedicado ni unas palabras a la incombustible banda cordobesa capitaneada desde sus orígenes por el carismático Manuel Martínez.
Seguramente, si en esos juegos organizados vía twitter, en los que todos alguna vez hemos participado, ninguno, o muy pocos, de nosotr@s nombraríamos a Medina Azahara en el top ten de los grupos del rock español, a pesar de ser uno de los grupos imprescindibles de la época más productiva del rock nacional, de tener una longeva y fructífera carrera discográfica y sobre todo por darnos un puñado de grandes canciones. Una banda o muy querida, como es el caso, o indiferente, pero siempre respetada.
Si hay dos cuestiones que han caracterizado el sonido de la banda cordobesa, estas serían el deje flamenco en la forma de cantar de Manuel y esa fusión de sones arábigo-flamencos que han sabido poner como nadie en temas puramente roqueros e incluso heavies, más acentuados si cabe en este primer trabajo más en la onda del rock progresivo con tintes andaluces que seguía la luminosa estela que dejaban Triana, que en trabajos posteriores más hardrockeros.
Solo ocho temas, eso sí de una duración aproximada a los 5 minutos cada uno, componen este Medina Azahara, más conocido por todos como “Paseando por la Mezquita” en alusión a la mítica canción que lo abre y, me gusta pensar, a la atractiva portada de Juan O. Gatti.
En todos se saborea la característica entonación de Manuel, la clase a las seis cuerdas de Miguel Galán, al que acompañan a la perfección Manuel Molina al bajo, José Antonio Molina a cargo de la percusión, y que remata el sentimiento Pablo Rabadán a los teclados, otro distintivo marca de la casa.
Si “Paseando por la Mezquita” es un gran tema, y por lo dejarlo huérfano en las recomendaciones, no os perdáis “Hacia ti” uno de los más roqueros del que se disfrutan unos soberbios solos de guitarra o la balada "Si supieras", casualmente los tres en la cara que abre el vinilo.
Un álbum altamente recomendable, para degustar con tranquilidad cualquier tarde-noche de este verano que lleva camino de abandonarnos. Una banda de luchadores que treinta y seis años después de editar esta obra de arte aún siguen pisando con entusiasmo las tablas de los escenarios de medio país.
Buen fin de semana peña.
El mejor disco de MEDINA
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Gracias JA por comentar. Saludos
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