Joder cómo pasa el tiempo. Habría que inventar algo para retardarlo. Fue ayer cuando elegíamos los discos, aún sigo utilizando antiguos términos, que más nos habían gustado en el 2015 y resulta que estamos finiquitando el 2016.
No voy a negar que nos llega mucha música, demasiada, por lo que hay que seleccionar, no se puede escuchar todo. Esta nos llega por un buen puñado de fuentes diferentes, demasiadas, por lo que también hay que seleccionar las de confianza.
En todo lo escuchado, tampoco sabría deciros si lo comercializado este año es mejor o peor que hace un año, dos, diez o cuarenta, máxime cuando quien os habla se ha anclado definitivamente en los ochenta. Por mi parte, simplemente el rock, la música es distinta, aunque tampoco mucho. Es lo que hay, o lo que pienso. Al fin y al cabo los gustos son personales, veréis muchos “mis” o “mes” en los comentarios justificativos, al fin y al cabo todo es cuestión de gustos. Lo que a continuación os sugiero, sin orden de prioridad, son los trabajos musicales tanto nacionales como internacionales que por diversas circunstancias, que he intentado someramente explicar, más me han gustado y acompañado a lo largo de este año. Mi banda sonora de 2016.
Kvelertak - Nattesferd
Kvelertak siempre serán una banda potente, entretenida, con infinitos registros en torno al metal más afilado y combativo. Han crecido y con ello han perdido algo de la brutalidad y frescura que tenían en sus dos anteriores trabajos. Pero no nos equivoquemos, su base sonora no ha cambiado, sigue siendo un cañonazo en el rostro. Han currado y tamizado sus composiciones, haciéndolas más “audibles” y mas “melódicas”, lo que, personalmente, creo que han mejorado su sonido.
Beth Hart - Fire on the floor
Discazo, discazo, discazo. Basto un simple comentario de una de las más fiables manantiales de los que bebo para ponerme con “Fire on the floor”.
Como la propia autora anunció estamos ante un trabajo “jodidamente bueno”. No ha mentido. Beth Hart, con tan solo cuarenta y pocos tacos, toca y domina todos los palos. Le da igual el rock, que el blues, soul, jazz o flamenco, en el caso de que se pusiera a esto último. Un disco tocado y cantado con sentimiento, que en buena parte llega a emocionarte y ponerte los pelos como escarpias.
The Cult - Hidden City
Desde aquel “Dreamtime” de 1984, que marcaba mi mayoría de edad, los Cult han sido una de mis bandas internacionales de cabecera. Con “Hidden city” han vuelto a la calidad y variedad sonora que nunca debieron abandonar. Sabemos que ningún trabajo de los ingleses ha sido idéntico, pero con recuperar la sensibilidad, ver portada ;D, el misticismo característico, la guitarra distorsionada de Duffy y la voz grave de Astbury, su hard rock mágico ha vuelto a manar.
Testament - Brotherhood of the snake
Brutal. Con este calificativo bastaría para justificar el esperado nuevo trabajo de los de Peterson. Cuando terminas con su escucha, lo único que te apetece es… pincharlo de nuevo. Testament han recuperado su enorme calidad y estilo, también gracias al retorno a los registros vocales de Chuck.
Metallica - Hardwired... To self-destruct
Los mandé al carajo con lo de napster y con algún que otro detalle. Pero, cómo dejar de escuchar a la mejora banda de heavy/trhash metal de la historia. Ocho años de espera creo han valido la pena. Los californianos no tienen el hambre de sus primero trabajos, pero el paso de los años no han dejado mella en su contundencia y mala leche. Un trabajo que tiene sus altibajos pero de haberlo firmado una banda desconocida la estaríamos elevando a los altares.
Star Mafia Boy – Adicto a la pelea
Oh yeah! Discazo el que se ha marcado mi tocayo. Su profesionalidad, talento, actitud, ganas de currar y de luchar en este circo, así como tener las cosas claras, hacen de “Adictos a la pelea” un trabajo indispensable en el top ten del rock patrio. No le vendría mal más difusión por parte de los grandes medios. Larga vida a SMB.
Zarpa - Dispuestos para atacar
Zarpa, o lo que es lo mismo, Vicente Feijóo, sin hacer ruido se han vuelto a marcar el disco más heavy del panorama nacional. Es de agradecer que un tipo con una trayectoria tan extensa como la suya se supere en cada trabajo. “Dispuestos a atacar” está lleno de rápidos riff, solos, ponte pegada en los platos y bombos, así como de melodías sublimes. Si aún o lo has escuchado, estas tardando en pillártelo.
Judith Mateo - Rock is my life
Si me dicen que alguien ha cogido diez de los temas más laureados del heavy rock de todos los tiempos y los ha adaptado para que brille en ellos un violín, le digo que no sabe lo que hace y lo mando al carajo. Pues eso y más, es lo ha hecho mi paisana con éxito. A parte de darle su toque y sonido personal, Judith les ha inyectado más caña y vigor, si cabe. Dos cualidades que ella pone también en cualquier escenario al que sube. Parece fácil lo que ha hecho pero no lo es. Si pasa por tu ciudad no dudes en contagiarte de su buen rollo. Se nota que el “rock es su vida” y que no debe abandonar nunca esta línea sonora.
Crisix – From blue to black
El thrash metal nacional lleva varios años de enhorabuena. El número de bandas y sobre todo la calidad de sus trabajos nos acercan a lo más florido internacional. Si el año pasado lo alto del podio thrash nacional era para Angelus Apatrida este año es merecido para Crixis. La calidad, velocidad, técnica y, porque no, divertido thrash de los catalanes tiene con “From blue to black” ese plus internacional que les llevará a la cima. Es algo que no dudo.
Nocturnia – Tierra de cobardes / Penumbra - Senderos del olvido
Estaba hecho polvo dudando al mencionar por lo menos una banda de mi querida Toledo, ciudad que me acogió hace más de dos décadas, entre los recientes trabajos de dos jóvenes bandas toledanas: Nocturnia y Penumbra, Penumbra o Nocturnia, como desees. No creáis que es provincialismo. Las he elegido porque verdaderamente creo que han realizados dos trabajos excepcionales.
Total, qué narices, cito a las dos y sanseacabó. Ambas son grandes promesas, Nocturnia con varios trabajos a sus espaldas. Ambas tienen en la oscuridad un denominador común. Ambas tienen influencias encontradas en el power metal. Ambas desprenden energía a raudales.
Pero amigos, cada una tiene personalidad y sonido propio. No dejes de comprobarlo.
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