En varias publicaciones del blog he hecho referencia a la importancia que en los ochenta tuvieron los concursos para bandas de rock. Como ejemplos citar el de Conjuntos de Rock de Barcelona, el Villa de Bilbao y, sobre todo, el Villa de Madrid. Sin ánimo de ser cansino, reiterar que por sus escenarios pasaron cientos de formaciones que tenían la ilusión de llegar a lo más alto del pódium para pillar el premio de grabar unos temas y/o conseguir unas pelas para hacerlo por su cuenta, así como tener la repercusión mediática necesaria que les permitiera entrar en el circuito LP-Directos. Recordar, a bote pronto y de memoria, que solo ganadores de unos y de otros ha pasado por el barrio, Obús, Tritón, Sangre Azul, Esturión, Alcaudón, Cráneo, Estigia, Rock Dam, Capitán Flynn o Canker.
Los madrileños TOKIO hicieron historia con el doblete ganador en el año 1989 en las categorías de Metal del 1er Villa de Bilbao y en la de Rock Duro del 12ª edición del Villa de Madrid, haciendo hard rock melódico al más puro estilo de sus paisanos de Pinto, ciudad con mucho peso rockero por aquel entonces, Sangre Azul y Zero, o en otro orden, King Kobra, Dokken, Bon Jovi o los mismísimos Van Halen.
Lo que en 1983 había nacido con la pretensión de pasarlo bien y tocar para los colegas, en 1989 se convierte en realidad para cinco chavales de Pinto, José Luis Alonso al bajo, Manuel Sánchez, a la batería, Juan Carlos Martín a la guitarra, Manuel Escudero cantante y Alberto Fernández a los teclados, ya que consiguen grabar diez temas, todos ellos interpretados en inglés, poniéndole a su primer LP el título de “Triangles”.
Temas como los tres que abren la cara A del vinilo, “Love story in Tokio”, “We want peace” y “Face to face”, fueron suficientes para que este trabajo, repleto de buenas melodías y alguna que otra balada, tuviera cierto éxito de crítica y público, que también supieron valoraron su buena imagen y puesta en escena. Ello les llevo a telonear a lo más florido del heavy-rock nacional, ser cabeza de cartel en algún que otro concierto e incluso dar tres para los presos de las cárceles madrileñas de Alcalá-Meco, Carabanchel y Yeserías contratados por la Comunidad de Madrid.
Lo que fue rosa se tornó marrón en poco tiempo al no contar con el apoyo necesario por parte de la compañía, lo que provocó que a finales de 1991 la banda cesara su actividad.
Digo cesó porque tras reaparecer en 2014 con el EP “Gen Egoísta”, en este 2016 que se nos va han facturado el CD “Pecados Capitales”, un excelente trabajo cuya escucha os recomiendo y que por sí mismo merece una nueva entrada.
Un grupo TOKIO y su primer disco "Triangles" con muchos detalles para disfrutar sin prisas cualquier tarde de otoño.
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