El domingo pasado terminaba la tradicional Feria de Abril de Sevilla y me vino a la mente las primeras estrofas de esta canción:
En la noche olor de Azahar y el piropo andaluz.
La saeta se oye cantar al Señor en la Cruz.
Es la hora de la verdad cuando ha llegado abril.
Toro, sangre, vino y cantar, en una mezcla febril.
Esa es la Sevilla que nos quieren vender, pero hay otra Sevilla.