De currar varios años en Madrid, pasé en mayo de 1993 a hacerlo en Toledo como puente para volver, en algún momento no lejano a esa fecha, a nuestra siempre querida Cuenca. Han pasado casi 25 años de ello y aquí seguimos, y, por cierto, los que hagan falta más y “tan agustito” que diría el personaje.
Entre el material de la maleta musical había una cinta TDK muy trillada, vaya usted a saber grabada dónde, que contenía Toledo de los toledanos Subterráneo. Al poco de aterrizar me enteré que la banda se había separado y que había circulando una maqueta, grabada en el 92, que no pude encontrar, tampoco me esforcé mucho en ello la verdad, y ahí quedó el asunto.
Años después, como buen coleccionista del heavy mental ochentero patrio, cayó en mis manos a un precio razonable, que no barato, el vinilo citado, un disco de culto y de los más buscados y difíciles de encontrar del heavy español, por su calidad y por la cantidad de copias editadas, sólo 1.000.
Para quien no conozca a Subterráneo, deciros que es una de esas míticas bandas locales, seguro que en tu ciudad hay alguna, que fueron pioneras en eso del heavy y que consiguieron un puñado de días de gloria, no sin dificultad y esfuerzo, coincidiendo con la comercialización y promoción de material propio, haciéndose un hueco en el siempre difícil panorama musical nacional. Desde 1985 hasta su separación en 1993, Subterráneo marcó una época en el heavy rock de la ciudad.