Tan solo un par de meses después de que los vallecanos MURO aceleraran el heavy metal español con su primer álbum Acero y sangre, unos cientos de kilómetros más al norte, unos chavales pucelanos que se hacen llamar CROM, como el dios creado por Robert Ervin Howard, se marcan otro álbum mítico Steel for an age, con la novedad de escoger el inglés como idioma vehicular con la clara pretensión de descargar su música e imagen a través de Europa y América.
El joven cuarteto estaba formado desde 1983 por Denis Escuredo y Miguel Ángel Sotorrinos a las guitarras, Gabriel Navarrete a la batería y Luis Gadea al bajo y como cantante.
Banda autodidacta, su primera oportunidad les llega en 1986 con su inclusión en Estandar Oil, un colectivo local que pretendía dar a conocer las bandas de los más variados estilos que existían en ese momento en Valladolid y que venían a constituir la “Movida pucelana”: Los Nadie, Automáticos, Exit, Bumpers, Bit 32, Qloaca Letal, Inalterables, Objetivo Perdido y Crónica Negra. Ello les permite actuar en varios conciertos, aparecer en televisión (os pongo abajo su actuación) e incluir dos temas en el recopilatorio titulado Cuántos sonidos caben en una ciudad: “Exodus” y “Mirror’s tale”.
Poco después, también tiran de maquetas para darse a conocer ofreciendo a la peña cuatro temas más: “The fallen angel”, “Sword’s legens”, “Nails reds” y “Nocturnal passages”.
A pesar de la floja producción, el bolsillo solo dio para un estudio de 16 pistas en La Factoría bajo la supervisión de Julio Castejón que también les proporcionó algunos teclados, Steel for an age es un gran trabajo. De alguna manera banda y temas encajan a la perfección. Cada uno de los componentes se esfuerzan individualmente y funcionan como grupo en la ejecución vertiginosa de unos temas trabajados, contundentes, con constantes cambios de ritmo y acertadamente seleccionados, creando una obra conceptual que se desarrolla en una atmósfera sonora decadente y misteriosa, acentuada por una gran voz, que viene al dedo con los textos medievales de acero, reinos, tronos, fuerza, guerreros, batallas, odio, venganza, damas o magos, que ya se van intuyendo al contemplar su portada (Alicia Ruano), el texto de la contraportada y en toda la tipografía utilizada en la carpeta, y en el propio logo de la banda (David Gadea).

Tras la introducción con un tenebroso narrador al más puro estilo Maiden con fondo de sonidos metálicos y voces de damas, corre veloz “Covered by glory” uno de los temas más notables del trabajo, donde destacan el bajo y un par de batallas de guitarras. Es este tema un claro ejemplo de lo que va a ser por lo general todas las canciones. “Final warning” y “King of Kings” siguen la misma línea, dejándose notar con contundencia la batería en el primero, siendo el segundo el más épico de todos. Con “Galadriel” llegamos para mí al momento más brillante del vinilo, tanto como la doncella de la que habla. Más de seis minutos para disfrutar de principio a fin, que empieza lento y acústico, estallando durísimo y eléctrico hasta relajarse de nuevo y volver a acelerarse, creando un atmósfera que me recuerda a los Mercyful Fate, una de las fuentes, junto con Iron Maiden, Metallica, Black Sabbath o Manowar, en las que han bebido los de Valladolid. Sin duda uno de los mejores temas de la carrera de CROM y si me apuráis de lo mejorcito del metal español, lástima del sonido.

Nada más darle la vuelta al vinilo asoman los temas más acelerados y potentes. “Mirrors tale”, “Song of victory” y “Mother loneliness”, no te dejaran indiferente, sobre todo el primero donde doblan afiladas las guitarras. En los dos siguientes suena poderosa la voz de Luis y por primera vez en el disco nos encontramos excelentes estribillos y coros, pero ojo nada simples ni pegadizos. Pone broche de oro con uno de los más cañeros y guitarreros “The juzgement bell” .
En resumen, un trabajo de alta calidad, uno de los mejores discos que ha dado del metal nacional, donde las historias de corte medieval y épico se desarrollan entre sonidos que van del heavy más tradicional, al speed, pasando por el thrash e incluso con toques power. Uno de mis discos de cabecera que guardo como oro en paño y que sin no lo conocéis espero os guste.
En 1990 los
CROM se separan no sin antes dejarnos
Wasteland otro extraordinario trabajo que con toda seguridad otro día se dejará caer por el barrio. De lo que fue de sus componentes, lo único que sé es que Luis Gadea siguen en activo tocando en una banda californiana de metal de nombre
Hollowshell que acaba de estrenar un tema adelanto de su nuevo álbum
.
Salud y R&R amig@s.
Cara A:
1. Introducción
2. Covered by glory
3. Final warning
4. King of kings
5. Galadriel
Cara B:
6. Mirrors tale
7. Songs of victory
8. Mother loneliness
9. The
judgement bell
Final Warning
King of Kings